miércoles, 14 de diciembre de 2011

o teatro europeo para directores argentinos Una colección de teatro europeo contemporáneo pone al alcance de los directores argentinos textos de una o

o teatro europeo para directores argentinos
Una colección de teatro europeo contemporáneo pone al alcance de los directores argentinos textos de una obra alemana y tres italianas de autores actuales, más allá de los dramaturgos consagrados.

POR IVANNA SOTO



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TEATRO EUROPEO. Una escena de Michelle de Sant'oliva, de la italiana Emma Dante.
Etiquetado como:teatro europeo
En un momento en el que prolifera el teatro de directores, dos libros de autor llegan a Buenos Aires desde Europa vía Córdoba. Se trata de la colección de Teatro Europeo Contemporáneo de la editorial Eduvim, que propone una muestra del panorama de las más diversas estéticas del teatro europeo contemporáneo que ha sido capaz de trascender. La selección integra a representantes de distintas corrientes estéticas y, como dato innovador, cada obra está en su idioma original y su traducción al castellano.


El primer tomo incluye una versión libre de Las tres hermanas de Anton Chéjov, por la alemana Rebekka Kricheldorf. Son comunes las versiones teatrales de Chéjov, sobre todo por directores, a través de nuevas puestas en escena. En Buenos Aires se destaca Un hombre que se ahoga, versión de Daniel Veronese –que cerró la trilogía del autor ruso con Espía a una mujer que se mata (versión de Tío Vania) y Los hijos se han dormido (versión de La gaviota). Mientras que un segundo tomo incluye tres textos de autores italianos contemporáneos: Mishelle de Sant’Oliva (Emma Dante), Sor Tránsito y los arcángeles y la custodia infinita en el convento de Verapaz (Laura Pariani) y Nunzio (Spiro Scimone).


Kricheldorf estuvo en Buenos Aires el año pasado presentando X cantidad de personas tienen puesto un jean azul, junto con el director argentino Gerardo Naumann, en el festival Dramaturgias Cruzadas. Y en esta oportunidad la dramaturga se anima a desplazarse por entre el discurrir textual de Chéjov para traer a los personajes de Las tres hermanas a una circunstancia de igual pobreza ante igual exuberancia de posibilidades de vida, pero en un terreno más moderno y todavía más mordaz.


En Villa Dolorosa o tres cumpleaños fracasados se festeja tres veces consecutivas el cumpleaños de Irina, una de las tres hermanas. Y pese al transcurso de los años, parece inminente el devenir circular de estos personajes no reconciliados con la posibilidad de una existencia placentera. De Las Tres Hermanas, Kricheldorf absorbe de lleno el inconformismo de sus personajes, pero sólo toma a algunos y concentra la desgracia en ellos. Acá también las hermanas cuentan con amplias posibilidades de trascendencia por su inteligencia y nivel cultural, pero se encuentran imposibilitadas por su afán de alejarse de las cuestiones más nimias que hacen a la vida cotidiana. Y así, la visión pesimista se traslada al ámbito sentimental, social y económico.


El amor no correspondido se mantiene: Olga con su añoranza de encontrar el amor; Masha, con su esposo al que no ama y su amante prohibido; e Irina, con su admirador que descarta, y cuando por resignación decide aceptarlo, el amor ya es imposible. Pero Kricheldorf profundiza la ironía: así como en Las Tres Hermanas cuando Irina se decide a intentar algo con su amado, él muere; en Villa Dolorosa el enamorado asiste a su cita, pero con su pareja nueva.


También se conserva el disconformismo económico: la crítica constante al lugar en donde viven y el odio por el trabajo que tienen. A diferencia de Las tres hermanas, en esta nueva versión Irina no trabaja. Sin embargo, el paralelismo con el cambio constante de trabajo se hace con el constante cambio de carrera universitaria. En la obra de Chéjov, Irina pasa de no trabajar a telegrafista, luego a administradora municipal, y luego a maestra. Y en la de Kricheldorf, primero estudia filosofía, después sociología, y luego microbiología.


Las vicisitudes de la convivencia se desplazan a los nuevos tiempos: la relación entre la esposa de Andrei y las hermanas es todavía más catastrófica en esta nueva versión, pero se mantiene la característica de Natalie –ahora Janine–, de aspirar a más y convertirse de una suerte de lumpen a una dama con costumbres aristocráticas.


Además, como detalles pintorescos, se mantienen ciertos elementos que tejen un puente inmediato entre una obra y otra: la repetición del libro de regalo, el samovar, la referencia constante a la educación cultural de las hermanas, el pedido de traspaso de la habitación, la llegada de los sobrinos, la insistencia con el alcohol y el aviso de los intentos de suicidio del enamorado de Masha, ahora aggiornado.



Un sesgo de claustrofobia

En el segundo tomo, el de los autores italianos contemporáneos, los textos comparten la condensación de las distintas situaciones en ambientes interiores pequeños, miserables y cerrados, que encierran una violencia simbólica que subyace a la trama.


Michelle de Sant'oliva sucede en un cuarto humilde, entre dos prototipos de lúmpenes urbanos de la ciudad de Palermo: Gaetano, un hombre abandonado por su esposa –una prostituta a la que el hombre añora como la primera bailarina del Olympia de Paris–, y su hijo Salvatore, un travesti que de noche se transforma en Michelle de Sant'oliva. Un panorama ríspido, recargado e irreverente que expone puertas adentro el aspecto más íntimo de esta realidad.


Sor Tránsito y los arcángeles tiene como protagonista a la última monja viviente de un convento en ruinas que decide confesar su más profundo secreto. En un monólogo narrado en italiano y español, Sor Tránsito se exhibe a sí misma evocando a su identidad perdida que relegó en pos de un amor prohibido.


Por último, Nunzio, la primera obra de Scimone, a través de diálogos minuciosos de tinte grotesco exhibe la relación entre el protagonista, un obrero afectado por una grave enfermedad respiratoria producto de sus condiciones laborales insalubres, y Pino, una suerte de trabajador ilícito.


Las tres obras son una muestra de cómo se vive el teatro en el sur y el norte de Italia, y también de las contaminaciones lingüísticas que vive el italiano en la actualidad, con todas sus contradicciones culturales, por pertenecer a la Unión Europea, pero también por ser un país en permanente tensión entre su fuerzas septentrionales y meridionales.


Con esta colección que continuará ampliándose con nuevas obras, es posible acceder a una nueva producción europea en materia de literatura dramática, más allá de los dramaturgos consagrados. Para directores argentinos en busca de autores, cuatro ejemplares de un teatro europeo que retrata el mundo contemporáneo.



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