martes, 23 de agosto de 2011

DANZA El tango abordado desde varios ángulos Festival de Buenos Aires. En el Teatro 25 de Mayo se presentó una serie de cinco espectáculos en los que

DANZA
El tango abordado desde varios ángulos
Festival de Buenos Aires. En el Teatro 25 de Mayo se presentó una serie de cinco espectáculos en los que el baile tradicional cedió la pista.

23.08.2011 | Por Laura Falcoff lfalcoff@clarin.com Podria interesarte
Danza El baile de tango es un tesoro inagotable, tanto en su manifestación de danza popular como en su forma escénica. Pero ciertamente esta última especie ha ganado una expansión, un interés y una diversidad que no tiene precedentes en su larga historia anterior. El Festival de Tango de Buenos Aires programó en el bello Teatro 25 de Mayo, de Villa Urquiza, un ciclo de cinco espectáculos, cuya sustancia común es el baile de tango. Comenzó el miércoles con la reposición de Anoche –una recreación del mundo de las milongas por la compañía Anoche Tango, que dirige Camila Villamil- y siguió el jueves con Peso medio , de Julio Zurita, con la compañía Ladociego, inspirada en el boxeo. En las funciones de viernes, sábado y domingo se presentó una selección de obras de los coreógrafos Mario Morales, Leonardo Cuello y Ana María Stekelman, respectivamente. Esta crónica se ocupará más detenidamente de los espectáculos del fin de semana.

Mario Morales es muy conocido en el ambiente del tango escénico como preparador de parejas de baile y creador de coreografías para espectáculos y shows del país y el exterior. Suya fue Ensueño , una serie de tres coreografías interpretadas por dos bailarines increíbles: Vanesa Villalba y Facundo Piñero. Morales combina de una forma maravillosa el erotismo del tango, la destreza refinada y la atmósfera íntima del baile de pareja. Este fue un comienzo extraordinario de la velada, al que siguió Troileana , una obra breve de Morales con diez bailarines que pareció atender más a los diseños en el espacio que a un desarrollo de la danza.

Leonardo Cuello, con la compañía de Tango del IUNA, mostró cinco obras cortas: Nochero soy , Viento Sur , Reina del Plata , Fruta amarga y Domingo , piezas muy contrastantes entre sí y cada una mostrando el dominio que este original coreógrafo posee del vocabulario de tango y del escenario como un mundo a inventar. Por poner dos ejemplos extremos: la atmósfera de salón de baile de Nochero soy , con su inesperado y conmovedor doble final, y el clima festivo de picnic del regocijante Domingo .

El ciclo culminó merecidamente con un popurrí de la conocida coreógrafa Ana María Stekelman y su compañía Tangokinesis. Stekelman inició una corriente muy innovadora en el género hace ya casi veinte años, cuando fundó al mismo tiempo su compañía y un particular enfoque del tango escénico; en este enfoque incidió, sin duda, su propia trayectoria en la danza contemporánea. Para este ciclo del Festival de Tango la coreógrafa eligió momentos muy bellos de su amplio repertorio, que aquí resplandeció con sus valores mejores y más perdurables. Tres momentos fenomenales: una versión de La cumparsita , otra de Cascabelito y un trío masculino de aire definitivamente criollo.
CLARIN

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