Marisol Otero dice que con “Mamma Mia” tuvo su desquite, ya que el musical que le cerró las puertas en España, ahora le da una nueva chance en la adaptación nacional. “Son las cosas que te da la vida”, asegura.
PorSANTIAGO PUDDINGTON
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Explota el Teatro Opera Citi, la gente de pie, aplaude y algunos comienzan a saltar. En el escenario Marisol Otero, Gabriela Bevacqua y Silvana Tomé, caracterizadas como ABBA, interpretan la versión en castellano de “Souper Trouper”- uno de los grandes hits del grupo sueco- en una suerte de mini recital. La obra ya terminó, pero el show continúa. De a poco aparece el resto del elenco para darle un cierre de oro a “Mamma Mia”, esta mega producción que brilló en la famosa Broadway y que hoy, a las 20.30, estrena su impecable adaptación nacional. “Es una fiesta la paso muy bien arriba del escenario, la música es hermosa y la respuesta de la gente es inmediata: se van todos felices, cantando las canciones”, cuenta una efervescente Marisol Otero, que interpreta a Donna, una madre soltera que debió luchar y trabajar mucho para criar a Sophie, su hija, y que siente un profundo rechazo por los hombres.
¿Cómo preparaste a Donna?
_En lo musical entrené mucho la voz con Ignacio Mascardi y después traté de no ver lo que hicieron en las versiones de otros países o en la película, sino de hacer mi Donna. Intenté buscarlo desde lo que le pasa a una mujer normal, que hace 20 años está sola sin un hombre al lado. Es un personaje lleno de emociones y de crisis, que me demanda mucho esfuerzo desde lo físico.
Con tanta potencia que se ve en escena, ¿cómo terminás al finalizar la función?
_Quedo súper arriba. Es tal la alegría con la que termino, que me cuesta bajar. Cuando llego a casa tengo que tomarme un té y paso varias horas hasta que me duermo. Pero al otro día estoy con todas las pilas: creo que cuando uno está feliz con lo que hace disfruta todo.
¿Cómo es tu relación con el personaje?
_Me tocó hacer personajes maravillosos como Bella en “La Bella y la Bestia”, o Sandy en “Grease”; le canté al Papa en México y grabé mi propio disco, pero siento que ésta obra es algo soñado. Donna es un personaje con el que puedo mostrar todo como artista: el canto, la risa, el llanto, el baile, es una oportunidad que no tuve antes. Siento que puedo dar todo de mí y puedo mostrar todos los puntos míos como artista, me siento plena.
¿Qué significa “Mamma Mia” en tu carrera?
_Es una gran revancha, hace unos años yo había sido elegida para hacer el papel de Sophie en la versión de España. Cuando llegué allá todavía no habían elegido a quien haría de Donna y cuando lo hicieron, seleccionaron a una chica que no tenía nada que ver conmigo: era de piel morena, con rulos y súper flaca. Yo no daba como su hija, por lo que me tuve que volver. Cuando me entero que venía esta obra al país dije: ‘Yo no doy para Donna’, así que ni me presenté al casting. Pero un viernes me llamó uno de los productores, me comentó que me querían ver, y casi sin nada preparado -porque estudié dos horas antes el papel- fui a ver qué pasaba. Canté una canción como pude y quedé. Son esas revanchas que te da la vida.
Se dice que te seleccionaron por encima de Valeria Lynch y Patricia Sosa...
_La verdad no sé quiénes se presentaron, las admiro mucho a las dos porque trabajé con ambas y no me gusta sentir que le gané a nadie. Son situaciones en las cuales te eligen por diferentes aspectos, no te tenés que sentir mejor que nadie, ni que le ganaste a nadie.
Si bien su carrera se centra en la actuación y la comedia musical, Marisol lleva por dentro una cantante -grabó el disco “Un mundo mejor”, en 2005- que aquí resurge en el original mini-recital del final: “Me siento como si estuviera en River, es el sueño de todo artista: que la gente cante y baile con vos, es un momento único. Es ese rato que todos soñamos con tener, es una fiesta”, enfatiza.
¿Te interesa volver a la música?
_Sí, estoy armando un nuevo disco, es algo más personal que el anterior, son mis propias canciones. Pero recién está armándose, todavía no hay fechas.
Paula Reca, quien en la obra interpreta a la hija de Donna, comentó que por momentos se siente como la hija real de Otero por la relación que mantienen. Por supuesto Marisol reconoce que ese sentimiento es recíproco: “Tengo una personalidad muy maternal tanto con las alumnas de mi escuela de comedia musical como con los compañeros que tengo en los elencos en los que trabajo. Me gusta formar una relacion afectiva con mis compañeros y con Paula se da algo especial, ya que me genera tanta ternura que me salen cosas de mamá, le digo que se abrigue o que tenga cuidado, no lo puedo evitar (se ríe)”.
¿Ser mamá es un sueño por cumplir?
_Sí, pero por ahora no. Es una etapa que va a llegar un poco más adelante, por lo menos después de “Mamma Mia”.
la razon
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