Damas de guerra es una comedia de formato industrial de los estudios Universal y producida por el exitoso Judd Apatow, bien se la puede considerar una película de autor.
Expliquémonos. La actriz principal, la comediante Kristen Wiig -integrante del actual elenco de Saturday Night Live- es además la autora del guión de la película, lo que le da un toque de autoría importante.
Wiig es mujer, tiene 38 años y escribe y actúa desde esa cabeza. Su personaje se llama Annie, y es una mujer soltera y sin compromiso que trabaja en una joyería medio pelo de la ciudad de Milwaukee. Tiene un amante con el que se siente cómoda porque no es más que eso.
Pero su situación no es como para estar orgullosa. Tiene un trabajo horroroso, vive en un apartamento con dos bizarros hermanos ingleses, y se lamenta por haber perdido a su novio y a su local de venta de tortas dulces.
Un día su mejor amiga, Lilian (su colega de Saturday Night Live, Maya Rudolph) y le comunica que por fin su novio le pidió matrimonio, por lo que quiere que ella sea una de las “damas de honor” que acompañan a la novia.
Se organiza una reunión de las damas, donde Annie conoce a la nueva amiga de Lilian, Helen, esposa del jefe del futuro marido de Lilian. Helen es millonaria y desde un primer momento disputa con Annie la supremacía de la amistad de Lilian, desde el intercambio de frías sonrisas a explícitos pelotazos en una cancha de tenis.
La trama es absolutamente femenina (de hecho, los hombres tienen esporádicas apariciones), porque aparte del duelo Annie-Helen, se conforma un grupo heterogéneo de mujeres en diferentes edades y roles: la recién casada insatisfecha sexualmente, la madre cansada de los hijos adolescentes, la gorda un poco machona que trata a los hombres de igual de igual.
La película, que tuvo un costo de US$ 32 millones tuvo un éxito rotundo recaudando más de US$ 280 millones en todo el mundo. El 66% de la audiencia fue femenina y sobrepasó los treinta años. Como producto comercial, Damas de guerra apuntó al segmento correcto.
ELOBSERVADOR
ESPECTÁCULOS - TEATRO
Los mil y un rostros de Evita
A casi 60 años de su muerte, el personaje histórico argentino no para de inspirar a dramaturgos y cineastas de todo el mundo
Eva y Victoria se presentará este fin de semana en Espacio Lorente
Una nueva caracterización de Eva Perón llegará a Montevideo este viernes de la mano de la actriz argentina Andrea Del Boca, quien protagoniza junto a Graciela Dufau Eva y Victoria, de Mónica Ottino, bajo la dirección de Hugo Urquijo. La puesta, que se presentará por tres únicas funciones en Lorente Casa de Espectáculos, remite a un encuentro imaginario entre estas dos importantes figuras de la historia argentina: Eva Perón y Victoria Ocampo.Según el texto, el encuentro ficticio se produce en dos momentos: en 1947, cuando Eva Duarte comenzaba a dar pelea por el voto femenino, y en 1952, cuando ya estaba en su lecho de muerte. La reunión trae a escena el debate entonces señalado entre peronismo y oligarquía, desde la mirada contrapuesta de estas dos fuertes mujeres.Originalmente esta obra fue estrenada en 1992 y protagonizada por las actrices China Zorrilla y Luisina Brando. Ahora, la versión arreglada de Duffau optó por agregar a una narradora (Charo Moreno) que muestra que ambos personajes históricos tenían mucho en común, más allá de los abismos que las separaban. Ambas fueron hijas de terratenientes, las dos murieron de cáncer, las dos quisieron ser actrices y sobre todo, las dos lucharon por los derechos de las mujeres.Pero la caracterización a cargo de Andrea del Boca está lejos de ser el único rostro disponible de Evita en la cartelera teatral de la vecina orilla. Por el contrario, a casi 60 años de su muerte (26 de julio de 1952), su vida no para de ser elegida por teatreros, cineastas y hasta animadores.En Argentina hoy coexisten cinco obras de teatro que recrean un universo diverso de Evitas.
Así, la puesta en Espacio Abierto, Bastarda sin nombre, de Cristina Escofet, recuerda cómo fue el nacimiento de este personaje y hace hincapié en cómo el recorrido de su nombre la representa. Primero se llamó Eva María Ibarguren; luego a los 7 años cuando su padre biológico la reconoció pasó a llamarse María Eva Duarte; más adelante se sumó el apellido Perón, y después de muerta, pasó a ser María Maggi de Magistris.Otro encuentro con Evita es el que propone Marta Avellaneda en su obra Yo elegí ser Evita, que se presenta en el teatro argentino Tabaris. En este caso una periodista, que pertenece a una alta clase social, se acerca al cuerpo sin vida de Eva y comienza a entrevistarla y a repasar la historia de la ex primera dama, desde su infancia hasta sus últimas horas.La figura de Eva también fue recreada por autores jóvenes como Carla Mitre, que escribió Inevitable: pasión y muerte de Eva Perón, que acaba de bajarse de las tablas del teatro Liberarte, luego de seis meses de exhibición. En esta puesta hay dos Evas conviviendo en una habitación: una está postrada en la cama y recuerda con melancolía lo que fue; la otra, más joven y fuerte, relata cómo le impactó pasar de ser actriz a convertirse en la mujer de Perón, y los problemas y disyuntivas que le provocó el contacto con el poder.Por su parte, No trates de ser Eva, escrita por Mariana Asseretto y Micaela Suárez, intenta responder qué haría y que diría Evita si tuviera después de su muerte una noche más pero sobre el escenario (aludiendo a su deseo de ser actriz).Incluso a nivel internacional, la figura de Eva Perón sigue generando curiosidad. El año que viene, la Evita de Andrew Lloyd Webber y Tim Rice será presentada en Broadway con las actuaciones de Elena Roger, como la ex primera dama, y el cantante Ricky Martin, en el papel de Ernesto “Che” Guevara.Hasta en dibujitos
A su vez, la fiebre de Eva no solo se contagia a nivel teatral. En octubre está previsto el estreno de Eva de la Argentina, un filme de animación dirigida por la periodista y escritora María Seoane , bajo la óptica de Rodolfo Walsh. El proyecto cuenta con música de Gustavo Santaolalla y León Gieco.En fin, quizá porque el contexto social y político actual lo ameritan, quizá porque la tragedia de una muerte joven siempre es atractiva, quizá por su feminismo acorde a los tiempos que corren o por todas estas razones y varias otras más, el trazado de nuevos rostros de Eva parece estar lejos de agotarse, aunque muchos solo parezcan destinados a producirle un disgusto. Los montevideanos, por su parte,al menos podrán dar su opinión del delineado por la actriz de telenovela más conocida por su capacidad para llorar.
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