“Take this waltz”, sobre una mujer enamorada.
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Menuda, delicada, tez blanquísima, insinuante y, sobre todo, un talento en ascenso dentro del mundo de la cinematografía. Nacida en Toronto, con apenas 32 años, supimos de Sarah Polley gracias a dos fantásticas y lacrimógenas historias de Isabel Coixet: “Mi vida sin mí” y “La vida secreta de las palabras”, pero luego, la bella Sarah tomó una decisión audaz: dejar la actuación de lado, escribir guiones y dar indicaciones detrás de cámaras: “Isabel (Coixet) intentó desmoralizarme diciéndome que ser realizadora era un trabajo muchísimo más estresante que el de actriz. Sí, tenía razón, pero también me dio grandes consejos cuando tomé la decisión de hacerlo”.
Debutó con “Lejos de mí”, con Julie Christie, y ahora está de regreso con “Take this waltz” (tributo a la bella canción de Leonard Cohen), que presentó en la sección oficial de San Sebastián, y que cuenta con una dupla sensacional: Michelle Williams (otra magistral labor de la actriz de “Blue Valentine”, quien ya dejó de ser “la viuda de Heath Ledger) y Seth Rogen. El film, que algún premio se llevará, describe a una chica felizmente casada que, de repente, siente una fuerte atracción por un vecino.
¿Por qué este título, Sarah?
Porque cuando escribía la historia, tenía como cortina de fondo la gran melodía de Leonard.
¿Cómo definirías “Take this waltz”?
Es una exploración del comienzo del deseo. Al menos pretendo que la audiencia lo sienta así, visceral. Cómo se siente, el color y la sensación de estar enamorado. Es una película sin mensajes, pero con muchas preguntas.
¿Es descriptible la sensación del que se enamora?
Sentís lujuria, el mundo explota... Te convertís en una versión intensificada de vos mismo.
Vos te separaste, te volviste a casar y hay un hijo en camino… ¿Tiene algo de vos la historia? (Cara de pocos amigos).
Nada de mi vida personal está en esta película, lo que le parece muy difícil de entender a la gente por algún motivo.
“Take this waltz”, que llegaría a la Argentina a fin de año, se mueve con cintura en el terreno de las relaciones personales. “La vida tiene un vacío y ya está. No hay que intentar llenarlo con lo que venga”, dice un personaje.
¿Qué significa Sarah?
La vida de todos tiene un vacío existencial que forma parte de la condición humana. Hay que aceptarlo y no taparlo con cualquier locura.
larazon
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