CARLOS REYES
Hoy comienza el 4° Festival de Jazz Montevideo, que hasta el sábado reúne a músicos de media docena de países en las mayores salas de la Capital. Philippe Pinet, director de Jazz Tour, habló con El País sobre este encuentro y su proyección.
El Teatro Solís y la Sala Zitarrosa, entre otros escenarios, serán el lugar de encuentro de músicos de Francia, Portugal, Italia, Vietnam y Uruguay. Según explica Pinet, el público que ha participado de las ediciones anteriores es muy amplio, yendo desde jóvenes, hasta sin límite, aunque todo eso depende de la programación que se brinda cada noche.
"Me llamó mucho la atención que los workshops han funcionado muy bien con gente joven, en muchos casos estudiantes de música, de 16, 17 años, hasta 30 o 40 como mucho. Y este mismo público va también a los shows, y me parece que esto está bueno. Creo que se ha ido sumando ese público nuevo, el de los workshops que también va a ver los espectáculos", explica el organizador, quien sin embargo remarca las dificultades que hay para ampliar el rango de público. "Con el jazz es muy difícil sumar público cuando no tenés una movida realmente continua, estable, con boliches que solo tengan jazz, o con revistas de jazz locales. Además, el mercado de discos cambió, y al evolucionar la comercialización de la música, las disquerías obviamente ya no tienen el material de jazz que es difícil de vender. Entonces, muchas veces te quedás sin herramientas para difundir el jazz. Creo que el Jazz Tour y el festival de jazz, son una de las herramientas fuertes, hoy por hoy, acá en Uruguay, para comunicar y hacer campañas para difundir el jazz y convocar gente nueva", agrega, señalando que los "workshops, las jam sessions, todo suma, y suma como somos acá en Montevideo, de a cuentagotas, que es el boca a boca, y mirando a largo plazo".
Al respecto, Pinet afirma que esta edición cuenta con una grilla de artistas "todos buenos, en distintos palos, aunque no puedo dejar de destacar algunos de los grandes nombres, que revelan de alguna manera el éxito de las ediciones anteriores: Paolo Fresu, Nguyen Le, y también los dos pianistas frente a frente: Bernardo Sassetti y Mario Laginha".
También señala la intención de descentralizar las actividades del Centro, dado que el viernes habrá jazz en La Experimental, de Malvín, y en el Centro Cultural Florencio Sánchez, del Cerro, en ambos casos con entrada libre.
"La descentralización, que fue una iniciativa de la IM, invita a salir de los escenarios habituales y dar la oportunidad a gente que nunca va al Teatro Solís. Como puede ser el Centro Cultural Florencio Sánchez: ahí no tengo ni idea qué público puede ir, y me parece que está buenísimo eso. Lo de Malvín también, más allá de que la gente de Malvín se desplaza sin problema al Centro, como algo habitual. Pero está buenísimo hacer algo ahí, y ver que otro público te sigue: el que no se desplaza hasta la Sala Zitarrosa, el público de ahí de a pie, digamos".
Pinet agrega que esta iniciativa de descentralizar será más fructífera si se la trabaja a largo plazo. "Va a ser muy buena. Para el festival es muy bueno pensar que en una misma noche podemos hacer distintos escenarios, algo que en un festival de jazz en Montevideo podría parecer impensable, porque no habría público para todo eso. Creo que es una prueba a ver qué pasa, cómo responde Montevideo. Va a ser una linda experiencia nueva".
Pinet afirma que la repetición del festival está supeditada a la confirmación de los tres otros socios que tiene el encuentro, que son el festival de jazz de Rosario (Argentina), el festival de jazz de Córdoba, y el de Buenos Aires. "Somos cuatro festivales que trabajamos juntos, compartimos artistas y también nos sugerimos nombres entre todos. Córdoba, Rosario y Montevideo hacen los mismos artistas, la misma cantidad de días, mientras que Buenos Aires hace el doble de días, tres veces más artistas. Y todo eso da este resultado: porque la verdad es que con los fondos que hacemos esto, solo no podría ni pensar en hacer un solo concierto, trayéndolo de Europa o Estados Unidos".
"Hay tres o cuatro artistas ha me hubiese gustado traer, entre ellos un par de americanos, pero me quedo con ganas. Pero bueno, uno aprende con los años que las ganas personales las dejás de lado. Porque de lo contrario puede ser pérdida, y el año que viene perdés motivación para seguir avanzando. Prefiero asegurar lo que tengo, hacerlo, que salga prolijo, lindo, y sin tanto riesgo. Y el año que viene, si puedo mejorar, bárbaro: y si no, lo repito así".
El País Digital
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